La actriz y presentadora Ana Obregón ha confesado a la revista ¡Hola! que la recién nacida no es su hija, sino su nieta. La niña, llamada Ana Sandra Lequio Obregón, nació el 20 de marzo en Miami mediante subrogación, a petición de su hijo Aless, fallecido en 2020 a causa de un sarcoma de Ewing a los 27 años.

La noticia que ha causado revuelo en España en los últimos días es la confesión de la actriz y presentadora Ana Obregón a la revista ¡Hola! de que la recién nacida que ha estado presumiendo en las redes sociales durante las últimas semanas no es su hija, sino su nieta. Según ha explicado en la exclusiva, se trata de la última voluntad de su hijo Aless, fallecido en 2020 a causa de un sarcoma de Ewing a los 27 años, quien quería dejar descendencia en esta vida aunque ya no estuviera presente.
La niña, llamada Ana Sandra Lequio Obregón, nació el pasado 20 de marzo en un hospital de Miami mediante subrogación, una opción completamente legal en Estados Unidos. Ana Obregón ha alquilado un fabuloso apartamento con vistas al mar en una de las zonas más pijas de Palm Beach para estar cerca de su nieta y crear un vínculo más estrecho con ella.
El proceso de subrogación ha rondado los 250.000 dólares y Ana ha contado con el asesoramiento de uno de los bufetes de abogados más importantes y ha tenido a su disposición todas las facilidades del Memorial Regional Hospital de Miami. Según ha explicado en la entrevista, cuando a su hijo le diagnosticaron el cáncer e iba a comenzar el tratamiento de quimioterapia, los médicos le recomendaron que guardara muestras de su esperma, por si los medicamentos le afectaban en el futuro, para asegurarse de poder tener hijos. Ante semejante petición, le extrajeron el esperma que se conservó en Nueva York hasta que llegara el fatídico momento de su fallecimiento.
La actriz y presentadora ha confesado que el mismo día que su hijo falleció llevó a cabo su deseo y se sometió al proceso de subrogación. Hubo varios embarazos frustrados y no fue hasta junio del año pasado que se consiguió con éxito el embarazo de la madre gestante. Ana Obregón recibió la noticia en agosto y se enteró de que era una niña en diciembre.
Aunque pueda resultar extraño, este tipo de situación no es tan rara como se piensa y se conoce como testamento ológrafo, en el que la persona que sabe que va a morir le comunica a dos testigos sus últimos deseos sin la necesidad de que esté presente un notario.
Ana Obregón ha confesado que desde que tomó la decisión, las únicas tres personas que supieron en todo momento lo que estaba sucediendo fueron sus hermanas Celia y Amalia, que siempre han sido sus confidentes más cercanas desde la infancia, y Alessandro, quien ya ha asegurado que «nunca voy a hablar del tema».
La presentadora todavía se encuentra en Florida a la espera de regularizar todos los permisos y que la niña y Ana creen todavía un vínculo mucho más estrecho. Una vez que regrese a España y se asiente en su casa de La Moraleja, a Ana le gustaría que cuando la niña empezara a hablar le llamara Bela, tal y como hacía Aless con su abuela, Ana María, fallecida un año después que su nieto.
A lo largo de la entrevista, Ana Obregón se muestra muy emocionada y agradecida por la llegada de su nieta y confiesa que ha sido una experiencia muy difícil pero que ha merecido la pena. También explica que, aunque la noticia ha generado mucha polémica en España, ella está tranquila porque todo el proceso ha sido legal y ha contado con el asesoramiento de uno de los bufetes de abogados más importantes y todas las facilidades del hospital de Miami.
La actriz y presentadora también habla sobre la relación que tenía su hijo con Carolina Monje, con quien estaba plenamente consolidado. Ana estaba encantada y posiblemente habría habido boda porque ella estaba más que dispuesta a encargarse de la organización. Dos años y medio después del trágico acontecimiento, Carolina anunció públicamente que se casaba con el empresario Álex Popera, lo que generó algunos rumores y comentarios en los medios de comunicación.
Ana Obregón también explica que, tras el diagnóstico de cáncer de su hijo, los médicos le recomendaron guardar muestras de esperma por si los tratamientos de quimioterapia le afectaban en el futuro y quería asegurarse de poder tener hijos. Tras la muerte de Aless, Ana cumplió su última voluntad el mismo día que falleció y se inició el proceso de subrogación, que rondaría los 250.000 dólares.
La presentadora aún se encuentra en Florida a la espera de regularizar todos los permisos y que la niña y ella creen un vínculo más estrecho. Ana ha alquilado un apartamento con vistas al mar que le aporta la calma necesaria ante este momento trascendental en su vida que ha causado un gran revuelo en España. La mamá y la niña volverán a España a finales de abril y Ana Obregón espera que cuando la niña empiece a hablar le llame Bela, tal y como hacía su hijo con su abuela Ana María, fallecida un año después que su nieto.
En definitiva, la noticia de la llegada de la niña de Ana Obregón ha causado una gran polémica en España, pero la presentadora se muestra tranquila y agradecida por la oportunidad de cumplir la última voluntad de su hijo Aless. Aunque la situación es extraña, se trata de algo completamente legal en Estados Unidos y Ana Obregón ha contado con todo el asesoramiento necesario para llevar a cabo el proceso de subrogación y hacer realidad el sueño de su hijo.