El Ministerio de Industria ha lanzado un proyecto piloto para fomentar la implementación de una semana laboral de cuatro días en las PYMES del sector industrial, como fábricas de automóviles, procesadoras y conservadoras de alimentos, ropa y calzado, artes gráficas y productos farmacéuticos.

El Ministerio de Industria del Gobierno español ha lanzado un proyecto piloto para fomentar la implementación de una semana laboral de cuatro días en pequeñas y medianas empresas (PYMES) del sector industrial, como fábricas de automóviles, procesadoras y conservadoras de alimentos, ropa y calzado, artes gráficas y productos farmacéuticos. Las empresas que cumplan ciertos requisitos pueden acceder a un total de 9,5 millones de euros en subvenciones, con un máximo de 200.000 euros por empresa, siempre y cuando mantengan los salarios de sus trabajadores. Para ser elegibles, las empresas deben tener menos de 250 empleados y un volumen de negocios anual inferior a 50 millones de euros o un balance general no mayor de 43 millones de euros.
Para acceder a las subvenciones, las empresas deben reducir la jornada laboral de los empleados con contratos indefinidos en un 10% durante dos años, sin recortar sus salarios. Este es un requisito clave, ya que la mayoría de las empresas que han implementado semanas laborales de cuatro días han reducido los salarios de sus empleados para compensar la reducción de horas trabajadas.
Las empresas tienen un mes para presentar sus solicitudes, y se espera que la resolución final se publique en un plazo máximo de seis meses. Se considerarán factores como la viabilidad económica y financiera del proyecto, la justificación de su viabilidad, y el impacto que creen que tendrá. Para ser elegibles, las empresas deben reducir la jornada laboral en al menos un 10%, lo que equivale a cuatro horas menos en una jornada laboral de 40 horas semanales. Sin embargo, cuanto mayor sea el porcentaje de reducción, más puntos obtendrán las empresas.
Esta iniciativa busca apoyar a las PYMES en el sector industrial para mejorar la conciliación de la vida laboral y personal de los trabajadores, al tiempo que se fomenta la competitividad y la innovación empresarial. Al reducir la jornada laboral, se espera que los empleados tengan más tiempo libre para pasar con sus familias y dedicarse a actividades que mejoren su bienestar y salud mental, lo que a su vez puede aumentar su productividad y satisfacción en el trabajo.