La sequía en España puede dejar al mínimo las cosechas y tensar aún más la oferta de alimentos, lo que puede llevar a una tendencia inflacionista en el mercado, mientras que el gobierno español mantiene la proyección de que los precios de los alimentos van a bajar en el futuro cercano.

La inflación de alimentos en España sigue aumentando, con el IPC de la cesta de la compra por encima del 16%, en gran parte debido a factores externos como la guerra en Ucrania y la sequía. Aunque el Gobierno de coalición mantiene la proyección de que los precios de los alimentos van a bajar en el futuro, la falta de lluvias puede reducir aún más las cosechas y tensionar la oferta. La sequía también es una preocupación debido a que España es un importador neto de cereales y oleaginosas. El impacto de la sequía aún es difícil de calibrar, pero la producción de aceite de oliva de la cosecha de 2022 apunta a una reducción del 48% debido a la sequía. A pesar de la inflación, los precios de los alimentos básicos en los mercados internacionales han estado disminuyendo durante el último año, según el índice FAO. El Gobierno ha tomado algunas medidas para contener la inflación, como una bajada del IVA de una cesta de alimentos básicos y un cheque de 200 euros para las rentas bajas. Además, se espera que la moderación de los precios de las materias primas reduzca la inflación de alimentos en la eurozona y en España.