El sector turístico en España ha expresado preocupación por la falta de regulación de los pisos turísticos en la nueva ley de vivienda, ya que esto podría provocar un enorme trasvase de viviendas residenciales al mercado turístico y agravar la situación de "descontrol".

A pesar del aumento de los precios y de los tipos de interés históricamente altos que han afectado a la economía global y han erosionado el poder adquisitivo, el sector turístico ha mostrado una fuerte tendencia al alza a principios de 2023. En España, el sector ha registrado un nivel de actividad un 10,8% superior al de 2019 en el primer trimestre, impulsado por los aumentos de precios, según Exceltur, que agrupa a las grandes empresas del sector. Aunque la recuperación también ha llevado a una mayor oferta de pisos turísticos, Exceltur ha expresado su preocupación por la falta de regulación de este sector en la nueva ley de vivienda. La entidad ha destacado que la nueva normativa puede provocar un enorme trasvase de viviendas residenciales al mercado turístico, ya que en este no se contemplan topes de precios. Además, la ley prevé limitar la renta de los alquileres residenciales en las zonas tensionadas. Por lo tanto, Exceltur ha pedido que se subsanen los preceptos que puedan producir “el efecto contrario al deseado por el espíritu de la ley”.
El turismo se ha recuperado sólidamente en 2022 y se prepara para batir récords en 2023. Exceltur ha revisado al alza sus previsiones para este año: la tasa de crecimiento de la actividad aumentará un 9,4% por encima de 2019, hasta los 172.200 millones de euros. Según Zoreda, vicepresidente de Exceltur, el turismo se ha colocado en el pelotón de preferencia de consumo de los hogares, y los viajes se han convertido en un bien que no se sacrifica fácilmente. El crecimiento se debe principalmente a la recuperación del volumen de clientes y de los precios. La energía, los suministros y los salarios han subido significativamente, lo que ha aumentado los costes. También ha influido la mejora de la oferta, con un posicionamiento de mayor categoría, y el peso de la deuda contraída por las empresas en los últimos años. Sin embargo, Zoreda ha asegurado que el aumento de precios no se ha traducido en un aumento de los márgenes, que siguen siendo inferiores a los de 2019.
En cuanto a las tendencias en el sector, se detecta “una bipolaridad”: por una parte, sigue creciendo la demanda de productos de mejor calidad (las plazas en hoteles de cinco estrellas suben un 6%) y, por otra, la de menor categoría. La demanda extranjera, con tasas de crecimiento de dos dígitos, vuelve a ganar a la doméstica. Como destinos en el primer trimestre destacan Canarias, Baleares, Andalucía y zonas de interior como Extremadura, por ejemplo. También es notable el auge de la actividad turística en Granada, Málaga y Valencia.
Además, la mejora de los ingresos ha permitido a las empresas turísticas acelerar la creación de empleo. En marzo, la cantidad de empleados se situó un 5,7% por encima de marzo de 2019, con 108.000 empleados más.