La presencia del ministro de la Presidencia ha sido considerada una provocación por el Ejecutivo regional, lo que ha generado una nueva disputa política en la carrera hacia las elecciones autonómicas.
La tensión entre el Gobierno de la Comunidad de Madrid y la Moncloa ha alcanzado un nivel alarmante, ya que se ha declarado oficiosamente persona non grata al ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, en los actos conmemorativos del Dos de Mayo y la recepción posterior presidida por Isabel Díaz Ayuso. El conflicto se ha intensificado tanto que el departamento de protocolo de ambos equipos se han visto involucrados en la disputa, mientras los gabinetes políticos se acusan mutuamente de motivaciones electorales.
El enfrentamiento total entre Ayuso y Pedro Sánchez ha acaparado los actos del Dos de Mayo en Madrid, que se han convertido en un campo de batalla nacional en las elecciones autonómicas del 28-M, como ocurrió en el 4-M de 2021. El PP acusó a Moncloa de fomentar una protesta contra Ayuso en la Puerta del Sol, mientras que la Comunidad de Madrid se queja de que Bolaños ha convocado una manifestación en mitad de la fiesta, lo que ha generado aún más tensión.
A pesar de todo, Bolaños asistirá a los actos de la Comunidad de Madrid por segundo año consecutivo, pero esta vez la situación es diferente, ya que el ministro no ha sido invitado oficialmente. La Comunidad de Madrid ha extendido una invitación al Gobierno a través de la ministra de Administración Territorial, pero cuando la ministra de Presidencia, Isabel Rodríguez, intentó delegar en Bolaños, desde la Puerta del Sol les informaron de que eso no era posible, ya que no tenía el rango suficiente para traspasar la función representativa a otro ministerio.
Aunque el departamento de protocolo del Ministerio de la Presidencia ha anunciado que Bolaños asistirá en las mismas condiciones que el año pasado, la Comunidad de Madrid lo considera una provocación. En la Puerta del Sol insisten en que siguen las normas protocolarias y que Bolaños no tendrá un asiento asignado. La Moncloa confía en que los dos ministros sean ubicados juntos, pero la carrera hacia el 28-M está en plena marcha y las tensiones parecen lejos de resolverse.
