Estas vacunas han logrado activar el sistema inmunológico y reducir la tasa de recurrencia de la enfermedad en los pacientes. Se espera que estos avances impulsen un aumento en la tasa de supervivencia de tumores de alta mortalidad en los próximos años.

La vacuna experimental contra el cáncer de páncreas ha mostrado resultados prometedores en un reciente ensayo clínico, según informes. Este tipo de cáncer es altamente letal, agresivo y difícil de detectar, a menudo diagnosticado en etapas avanzadas. Sin embargo, la combinación de la vacuna con quimioterapia, cirugía e inmunoterapia ha logrado activar el sistema inmunológico en la mitad de los pacientes participantes en el ensayo clínico, lo cual ha generado entusiasmo entre los expertos.
Marta Puyol, directora científica de la Asociación Española Contra el Cáncer, ha expresado su emoción ante los resultados. Además, ha mencionado un crecimiento en las aplicaciones terapéuticas para diversos tipos de cáncer, destacando las palabras de Juan Carlos Gil, Director General de Moderna, quien pronostica la llegada de la primera vacuna efectiva contra el cáncer en 2030. Esta vacuna ha demostrado una reducción significativa del 44% en la tasa de recurrencia y mortalidad asociada al melanoma, y se espera que sea aplicable a otros tipos de cáncer.
Recientemente, el Hospital Virgen Macarena de Sevilla anunció que administrará la primera vacuna contra el cáncer de pulmón a una paciente española. Este tipo de cáncer es uno de los más comunes y la principal causa de muerte por esta enfermedad. El hospital sevillano cuenta con una técnica innovadora basada en el ARN mensajero en su servicio de oncología médica.
Estas vacunas recientes comparten el uso de la tecnología del ARN mensajero, desarrollada originalmente para combatir el coronavirus. Sin embargo, se diferencian de las vacunas preventivas, ya que están diseñadas para ser aplicadas a personas que ya han desarrollado la enfermedad con el fin de prevenir su recurrencia. Estas vacunas estimulan el sistema inmunológico para atacar las células cancerosas y se combinan con otras terapias. A diferencia de las vacunas contra virus, su objetivo es que el sistema inmunológico combata una enfermedad existente.
Se espera que en los próximos años se observe un aumento en la tasa de supervivencia en tumores con alta mortalidad, como el cáncer de páncreas y pulmón, gracias a estos avances. El objetivo de esta década es cambiar la tasa de supervivencia del cáncer, actualmente del 60%, invirtiendo en investigación para convertir el cáncer en una enfermedad crónica manejable en el futuro.