La protección de datos desde la perspectiva de la empresa

Casi siempre que se aborda este tema, se trata desde la mirada del usuario que, por culpa de las empresas, puede sentirse desprotegido frente al tratamiento de datos personales. No obstante, retrocedamos un poco, iniciemos el camino en relación a las obligaciones que tienen las empresas en relación a la protección de datos y, finalmente, hagamos un repaso a la situación actual y cómo se relaciona con las IA’s (Inteligencias Artifical).

Debemos recordar que la protección de datos se refiere a la regulación y salvaguardia de la información personal de las personas. En España, la Ley Orgánica de Protección de Datos Personales y Garantía de los Derechos Digitales (LOPDGDD) y el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) de la Unión Europea son los marcos legales que establecen las normas y principios para proteger los datos personales. Es importante porque garantiza el derecho fundamental a la privacidad y la protección de los datos personales de los individuos. La recopilación, el tratamiento y la utilización de datos deben llevarse a cabo de manera legal, transparente y justa, con el consentimiento del titular de los datos. La protección de datos evita el abuso de información personal, como el robo de identidad, el fraude y la invasión de la privacidad.

Las empresas tienen ciertas obligaciones y deberes en relación con la protección de datos como es de obviedad y conviene hacer un repaso a las más importantes. Las empresas deben proporcionar a los individuos información clara y concisa sobre cómo se recopilan, utilizan y procesan sus datos personales. Además, deben obtener el consentimiento expreso de los individuos antes de recopilar o tratar sus datos personales, a menos que exista una base legal diferente para hacerlo. Solo pueden recopilar y utilizar datos personales para fines específicos y legítimos. No pueden utilizar los datos con propósitos distintos de aquellos para los que se obtuvo el consentimiento. Obviamente, deben implementar medidas técnicas y organizativas adecuadas para proteger los datos personales y prevenir su pérdida, acceso no autorizado o divulgación indebida. Las empresas deben garantizar los derechos de los individuos, como el acceso a sus datos, la rectificación de información incorrecta y el derecho a ser olvidado (eliminación de datos).

Si la empresa realiza transferencias de datos personales a países fuera del Espacio Económico Europeo, debe asegurarse de que exista una base legal para realizar dichas transferencias y que se garantice un nivel adecuado de protección. Algunas empresas deben llevar un registro de las actividades de procesamiento de datos personales que realizan.

Estas son solo algunas de las obligaciones y deberes principales de las empresas en materia de protección de datos en España. Es importante destacar que el incumplimiento de estas obligaciones puede dar lugar a sanciones económicas significativas y dañar la reputación de la empresa. Por lo tanto, es fundamental que las empresas cumplan con las normas de protección de datos y establezcan políticas y procedimientos adecuados para garantizar el cumplimiento.

La protección de datos desde la perspectiva de la empresa

Como sabemos, el sujeto activo son las empresas pero ¿qué empresas están obliagadas a cumplir la obligatoriedad de la protección de datos? Todas las empresas que traten datos personales se encuentran obligadas a cumplir con la Ley de Protección de Datos. Esta obligación incluye a las entidades que gestionan información de clientes, proveedores y empleados, sin importar si operan en el entorno digital o no.  Las sociedades mercantiles, como asesorías o despachos de abogados, se encuentran sujetas a las disposiciones de la Ley de Protección de Datos. Estas entidades manejan datos personales en el curso de sus actividades profesionales y deben implementar medidas adecuadas para garantizar la protección de dicha información.

Las agencias de marketing y publicidad recopilan y utilizan datos personales para sus campañas promocionales. En consecuencia, están obligadas a cumplir con la normativa de protección de datos y adoptar medidas que salvaguarden la privacidad de los individuos. Las empresas del sector logístico y de transporte manejan datos personales relacionados con la gestión de envíos, direcciones de entrega y otros aspectos operativos. Estas organizaciones deben implementar medidas de seguridad y privacidad para cumplir con la Ley de Protección de Datos. Las residencias y farmacias recopilan y almacenan datos personales de sus residentes o pacientes, respectivamente. Como entidades que tratan datos personales, deben observar las disposiciones de la ley y establecer protocolos para garantizar la confidencialidad y el tratamiento adecuado de dicha información.

Los trabajadores autónomos, al manejar datos personales en el ejercicio de su actividad profesional, también están sujetos a las obligaciones establecidas por la Ley de Protección de Datos. Deben implementar medidas adecuadas para proteger la información personal de sus clientes, proveedores y colaboradores. Y también las Administraciones Públicas, en su calidad de entidades gubernamentales, están sujetas a la Ley de Protección de Datos al manejar datos personales en el ejercicio de sus funciones. Deben cumplir con las disposiciones legales y adoptar medidas para salvaguardar la privacidad y seguridad de los datos.

Las empresas deben reconocer la importancia de proteger la información de clientes, proveedores y empleados. El incumplimiento de las obligaciones establecidas por la Ley de Protección de Datos puede acarrear sanciones administrativas y dañar la reputación de la empresa. Por tanto, es fundamental implementar medidas de seguridad, obtener el consentimiento adecuado para el tratamiento de datos y asegurar el cumplimiento de los derechos de los individuos afectados.

Los nuevos horizontes de la Protección de datos

Las nuevas tecnologías, particularmente la Inteligencia Artificial (IA), han generado un impacto significativo en el ámbito de la protección de datos. Aunque la IA conlleva numerosas ventajas y oportunidades, también plantea desafíos importantes en relación con la privacidad y protección de los datos personales.

En primer lugar, la IA se fundamenta en el análisis y procesamiento de grandes volúmenes de datos. Para entrenar y alimentar los algoritmos de IA, es necesario recopilar y emplear datos personales, lo cual genera inquietudes respecto a la privacidad y la necesidad de obtener el consentimiento adecuado de los individuos cuyos datos son utilizados. Como sabemos, la IA tiene la capacidad de tomar decisiones automatizadas, tales como evaluar solicitudes de empleo, otorgar créditos o personalizar contenido. Sin embargo, estas decisiones automatizadas pueden afectar los derechos y libertades de los individuos. Por tanto, es crucial garantizar que los procesos de toma de decisiones automatizada sean transparentes, justos y no discriminatorios.

Por tanto, la IA frecuentemente emplea algoritmos complejos y sofisticados, lo cual dificulta comprender cómo se toman ciertas decisiones o se obtienen ciertos resultados. Esta falta de transparencia puede obstaculizar la capacidad de los individuos para ejercer sus derechos de protección de datos, incluido el derecho a obtener una explicación sobre las decisiones automatizadas que les conciernen. Además, la IA requiere grandes cantidades de datos para funcionar adecuadamente, lo cual incrementa el riesgo de violaciones de seguridad y ataques cibernéticos que comprometen la confidencialidad e integridad de los datos personales.

Asimismo, la IA puede ser empleada para combinar y analizar conjuntos de datos, incluso aquellos que han sido anonimizados o desidentificados. No obstante, la capacidad de la IA para realizar inferencias y correlaciones sofisticadas puede amenazar la privacidad de los individuos, ya que existe la posibilidad de reidentificarlos o revelar información sensible a partir de datos aparentemente anónimos. Por ello, la implementación de la IA exige una mayor atención a la responsabilidad y rendición de cuentas. Las organizaciones deben asegurarse de que los sistemas de IA cumplan con las normas de protección de datos y sean capaces de identificar y corregir cualquier sesgo o discriminación inherente en los algoritmos utilizados.

En respuesta a estos desafíos, los marcos legales de protección de datos, como el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) en la Unión Europea, están adaptándose para abordar las implicaciones de la IA. Se están desarrollando pautas y principios éticos que orienten el uso responsable de la IA, fomentando la transparencia, la rendición de cuentas y el respeto por los derechos fundamentales de los individuos. A pesar, por tanto, de los beneficios significativos que ofrece la IA, también plantea desafíos en relación con la protección de datos. Es necesario encontrar un equilibrio entre la innovación tecnológica y la preservación de los derechos fundamentales de privacidad y protección de datos de los individuos.

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