Este domingo, durante una marcha del Orgullo LGBTI en Estambul, la Policía de Turquía reprimió el evento y detuvo al menos a ocho activistas. A pesar de ser prohibida por las autoridades del régimen turco, la marcha fue organizada por la asociación Kaos GL, la primera asociación oficial LGBTI de Turquía.

Los agentes impidieron que los participantes llegaran a la calle Istiklal y la plaza de Taksim, lugares emblemáticos para la izquierda turca, y procedieron con las detenciones. Esta represión no es nueva, ya que el año pasado la marcha también fue perturbada violentamente por la policía, resultando en numerosos arrestos. La comunidad LGBTQ y diversas organizaciones defensoras de los derechos humanos han denunciado la campaña de odio y la violencia que sufren por parte del Gobierno turco.
La marcha del Orgullo LGBTI se realiza cada año en Estambul desde 2003, pero desde 2015 ha sido prohibida oficialmente por la oficina del gobernador de la ciudad, argumentando razones de «cuestiones morales», seguridad pública y, más recientemente, restricciones relacionadas con la pandemia. A pesar de estas prohibiciones, los grupos LGBTQ continúan intentando desfilar por la calle Istiklal, símbolo de la lucha por la igualdad en Turquía.
Durante la campaña de las elecciones presidenciales de mayo, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan criticó a los colectivos LGBTI y a la oposición por apoyarlos, presentándose como defensor de los valores de la familia tradicional. Estas declaraciones refuerzan la percepción de que el Gobierno turco ha emprendido una «campaña de odio» contra la comunidad LGBTQ, fomentando la violencia hacia una comunidad vulnerable.
El año pasado, la marcha del Orgullo LGBTI en Estambul también fue violentamente perturbada por la policía, resultando en aproximadamente 200 personas detenidas. La represión no se limitó solo a la marcha, ya que la policía antidisturbios llevó a cabo redadas en bares del barrio de Cihangir, alrededor de la plaza Taksim, arrestando a personas «al azar», incluyendo periodistas y activistas LGBTQ+.
Las detenciones de este domingo durante la marcha del Orgullo LGBTI en Estambul evidencian el acoso y los abusos habituales que enfrenta la comunidad LGBTQ en Turquía. Aunque la homosexualidad ha sido legal durante todo el periodo de la república turca moderna, persisten el estigma y la discriminación. Diversas organizaciones defensoras de los derechos humanos, como Amnistía Internacional, han pedido el respeto a los derechos de la comunidad LGBTQ y la liberación incondicional e inmediata de los detenidos por la policía del presidente Erdogan.
La represión sufrida durante la marcha del Orgullo LGBTI en Estambul pone de manifiesto la difícil situación que enfrenta la comunidad LGBTQ en Turquía. A pesar de las prohibiciones y la violencia, los grupos LGBTQ continúan luchando por sus derechos y por la igualdad. Es fundamental que se respeten los derechos humanos de esta comunidad y que cese la campaña de odio y violencia promovida por el Gobierno turco. La solidaridad y el apoyo internacional son vitales para visibilizar esta situación y promover el cambio en favor de la igualdad y la libertad de expresión en Turquía.