El Consejo de Ministros ha anunciado oficialmente el fin de la crisis sanitaria del COVID-19 y ha eliminado la obligatoriedad de utilizar mascarillas en ciertos contextos.

A partir de este miércoles, las personas que visiten hospitales, residencias o acudan a la farmacia ya no estarán obligadas a llevar mascarillas. Esta medida ha sido publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE) esta mañana, después de haber sido aprobada en el Consejo de Ministros. Con esta decisión, se deroga la última norma que todavía estaba en vigor, la cual establecía el uso obligatorio de mascarillas en centros de salud y sociosanitarios.
Tres años después de su implantación obligatoria, las mascarillas desaparecen de la vida social en general. Sin embargo, seguirán siendo utilizadas en los mismos entornos clínicos de siempre, como los quirófanos o en lugares compartidos con personas inmunodeprimidas. Aquellas personas que lo deseen podrán seguir usando mascarillas de forma voluntaria en las calles y en el transporte público. El ministro de Sanidad recomendó ayer mantener una «cultura de la responsabilidad», ya que aún se registran alrededor de 1.200 ingresos hospitalarios relacionados con el COVID-19.
El Real Decreto publicado en el BOE hoy enfatiza una serie de recomendaciones dirigidas a todas las administraciones, tanto estatales como autonómicas, y a la ciudadanía en general. Estas recomendaciones incluyen la protección de la población vulnerable, el fortalecimiento de la vigilancia integrada de infecciones respiratorias agudas, la promoción de la vacunación contra el COVID-19 y otros microorganismos causantes de infecciones respiratorias, el refuerzo del marco estratégico de preparación y respuesta ante emergencias sanitarias, el fortalecimiento de los recursos humanos y las capacidades de respuesta ante emergencias, así como la mantención de una reserva estratégica sanitaria y los mecanismos de gobernanza compartida.
Con estas medidas, se pretende que la población mantenga un enfoque responsable y se sigan adoptando medidas higiénicas, como el uso de mascarillas y otras precauciones, ante la presencia de síntomas de infección respiratoria. La vacunación continúa siendo una prioridad en esta nueva etapa, y se enfatiza la importancia de fortalecer la preparación y respuesta frente a futuras emergencias sanitarias. Además, se hace hincapié en la necesidad de mantener la resiliencia de los sistemas sanitarios y disminuir la dependencia de suministros externos a través de una reserva estratégica adecuada.
En resumen, el Consejo de Ministros ha declarado el fin de la crisis sanitaria del COVID-19 y ha eliminado la obligatoriedad de utilizar mascarillas en ciertos ámbitos. Sin embargo, se enfatiza la importancia de mantener una cultura de responsabilidad, seguir adoptando medidas de prevención y fortalecer la preparación y respuesta ante posibles emergencias sanitarias en el futuro.