En una histórica sentencia, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) ha concedido la victoria a la familia Ruiz-Mateos, ordenando al Estado recalcular el precio de las acciones de Rumasa, la empresa que fue expropiada hace 40 años.

La saga legal de los Ruiz-Mateos y su lucha por obtener una indemnización ha sido extensa y compleja. Tras la expropiación de Rumasa en 1983, la Administración del Estado tasó la empresa en negativo, fijando el precio de las acciones en cero euros. Esta medida afectó no solo a los Ruiz-Mateos sino también a varios accionistas minoritarios de sus empresas, quienes también iniciaron batallas legales en busca de compensación.
Sin embargo, en este reciente fallo, el TSJM ha considerado que la decisión de tasar en cero euros tenía un impacto significativo en los accionistas minoritarios y ha ordenado una revisión completa del proceso. La sentencia destaca que el valor del Grupo Rumasa superaba los 13.712 millones de euros en el momento de la expropiación, lo que respalda la afirmación de los Ruiz-Mateos de que el verdadero valor de las acciones es mucho mayor que cero euros.
El TSJM ha subrayado que el Estado debe tener en cuenta «la consolidación total» del grupo empresarial desde la valoración inicial. Esto implica que el Ministerio de Hacienda deberá revisar todos los procedimientos relacionados con las empresas de Rumasa durante las últimas cuatro décadas, incluidas las nuevas valoraciones que han surgido en procedimientos legales posteriores, como los casos del Banco de Albacete y Galerías Preciados.
La decisión del TSJM es crucial para los Ruiz-Mateos, ya que reconoce su estatus de propietarios y respalda su solicitud de una nueva valoración que refleje el verdadero valor del conglomerado. Si se confirma una tasación más acorde con los argumentos de la familia, podrían tener derecho a una indemnización millonaria.
En resumen, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid ha otorgado una importante victoria a los Ruiz-Mateos al obligar al Estado a recalcular el precio de Rumasa 40 años después de su expropiación. Esta sentencia representa un hito en la larga batalla legal de la familia, que ha buscado durante décadas una compensación por la expropiación de su empresa. Ahora, con la revisión pendiente del Ministerio de Hacienda, se abre la posibilidad de una indemnización multimillonaria para los herederos de José María Ruiz-Mateos, y el Tribunal Supremo tendrá la última palabra en este caso trascendental. El legado de Rumasa y la lucha de los Ruiz-Mateos continúan marcando la historia empresarial y judicial de España.