A finales de junio Google alertó a la Unión Europea sobre las prácticas antimonopolio de Microsoft. Según Google, la compañía norteamericana estaba llevando a cabo acciones cuestionables en el ámbito de la computación en la nube, lo que vulneraba la legislación antimonopolio.

Esta denuncia no pasó desapercibida y unas semanas después, Europa anunció oficialmente que iniciaría una investigación contra Microsoft por incumplimiento de la normativa anticompetitiva, no solo en la nube sino también en otras áreas.
Esta no es la primera vez que Microsoft enfrenta investigaciones por prácticas antimonopolio en Europa. Hace una década, la compañía y la Comisión Europea acordaron una «tregua» después de que se descubrieran prácticas relacionadas con el impacto de Microsoft Office en el mercado. Sin embargo, las últimas estrategias de la empresa en el ámbito de la ofimática han generado preocupación en las autoridades europeas. Con el respaldo de la computación en la nube y la inteligencia artificial, Microsoft ha sido acusado nuevamente de comportamientos perjudiciales para sus competidores, como la integración de Teams con el servicio de productividad en la nube Office 365.
Uno de los aspectos clave que ha llamado la atención de Europa es el rápido crecimiento de Microsoft Teams debido a la pandemia. La plataforma pasó de tener 2 millones de usuarios registrados en 2017 a más de 270 millones a finales de 2022. Esto atrajo la mirada de competidores como Slack, quienes alegaron que Microsoft no debería incluir Teams en el paquete de Office, ya que sus programas tradicionales como Word o Excel no compiten en el mismo campo que Teams. Aunque Microsoft ofreció evitar la instalación forzosa de Teams en países europeos, esta medida no fue suficiente para las autoridades encargadas de evaluar el caso y determinar si realmente infringía la normativa antimonopolio.
La solicitud de Google y Slack ha llevado a Europa a tomar medidas, y en caso de que se confirme el incumplimiento de la normativa, Microsoft podría enfrentarse a una sanción multimillonaria impuesta desde Bruselas. Dado que aplicaciones remotas como Teams se han convertido en herramientas indispensables para el trabajo, es fundamental que exista un mercado competitivo que permita a los usuarios elegir libremente las opciones que deseen utilizar.
La investigación está en curso, y la resolución final podría tener un impacto significativo en la posición y las prácticas de Microsoft en el mercado europeo.