Seguro que has escuchado mil veces la expresión de “desconexión digital” o incluso la has llegado a usar en varias ocasiones. No obstante, ¿estamos seguros de lo que quiere decir?
No, este artículo no va de la desconexión digital ni de explicarte de forma didáctica qué implica. Porque esto, jurista mío, ya lo sabes. Todos sabemos de qué va este término, pero nadie nos explica ni cómo conseguirlo ni cómo hacerlo para no romper las relaciones con nuestros clientes.
Soy autónoma. Y esto en nuestra sociedad significa que soy un ser que nunca enferma y que nunca deja de trabajar -y si, juristas, sabéis que esto es así-. Justamente por ello, no me puedo permitir hacer el ejercicio de la desconexión digital a mi antojo, por mucho que lea post en LinkedIn sobre ello.
Si tú eres de os míos, quédate. Haré una lista de tips sobre cómo desconectar sin que tus clientes se ofendan. Y si eres un asalariado con vacaciones pagadas, sigue leyendo, pues tienes el lujo del tiempo.
1. ¿Qué puede esperar a septiembre?
Esta es la primera pregunta que te tienes que hacer. Mi principal oficio es el Derecho Civil, así que gran parte de mi trabajo se paraliza, puesto que ya sabemos que los juzgados estarán cerrados. No podrá esperar a septiembre algunas medidas y negociaciones y atender a algunos clientes con algún tema urgente. Lo demás, lo dejaremos para la vuelta de las vacaciones.
2. Avanzarnos a la catástrofe
Debemos comunicar a nuestros clientes que nos vamos de vacaciones. Lo podemos hacer en la hoja de encargo, en la página web y en todo tiempo de comunicaciones. Aunque, y aquí mi recomendación principal, hacerlo por medio de una llamada telefónica. Comunicar a tus clientes que estás de vacaciones y cuándo volverás a estar en activo de nuevo es beneficioso para, en primer lugar, calmarlos. Y, en segundo lugar, para así tener nuevos casos en setiembre, pues los clientes después de tu llamada les darán vueltas a qué asuntos pendientes pudieran tener o qué dudas se les generan.
Ya ves, las llamadas previas al agosto serán nuevos clientes para setiembre.
3. Recuérdales que estás de vacaciones
Hay varias formas de hacerlo, pero te recomiendo que configures tu mail para que remita el típico mensaje de “estamos de vacaciones” a cada entrada y, además, si eres de los míos, que casi siempre acabas atendiendo por whatsapp, descárgate el WhatsApp Business y deja el mensaje prediseñado “de vacaciones”.
Asimismo, como somos abogados, algunos casos tendrán algún componente de urgencia. Por ello, te recomiendo que, en el mismo mensaje prediseñado, añadas un “para urgencias, contactar XXXX”. No te asustes, la mayoría de los clientes reconocen que sus casos pueden esperar a la vuelta de las vacaciones.
4. Los clientes igualmente me llaman
Ya, lo reconozco. Hay clientes que igualmente te llamarán mil veces, aunque estés de vacaciones y sean conscientes de ello. Lo primero que te pido es que actives tu empatía. Frente a problemas legales, normalmente nuestros clientes se ponen muy nerviosos y se les genera un gran estrés. Para tal de contentarlos y ofrecer un buen servicio al cliente, te recomiendo que les contestes con unas buenas palabras y les comentes que serán atendidos en septiembre. Recuérdales que no deben preocuparse.
5. Te mereces tus vacaciones
Este punto eres tú. Recuerda que mereces vacaciones y que no hay ningún cliente por encima de tu paz mental. Te recomiendo que cada 2-3 días revises, por no más de cinco minutos, tu correo y tu whatsapp para darte la tranquilidad de que todo está en orden. Apaga el teléfono, sácate las notificaciones del Outlook. Que nada ni nadie te quite tu momento.
6. No temas a septiembre
Seguro que recuerdas que cuando eras pequeño y llegaba el final de la estación, todo eran nervios: comenzábamos de nuevo el cole y eso nos generaba bastante ansiedad y, a su vez, unas ganas terribles de ver de nuevo a nuestros compañeros. Tanto nerviosismo para nada, dado que la primera semana de clases ya volvía todo a la normalidad.
A los humanos nos encantan los rituales, estrenar la mochila nueva que estaba de moda ese año. Así que, ¿qué tal comprar alguna cosita nueva para estrenar en tu despacho?