El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, ha decretado un estado de excepción por un período de 60 días en todo el país tras el trágico asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio. El atentado ocurrió cuando Villavicencio fue tiroteado por presuntos sicarios a la salida de un mitin electoral en la ciudad de Quito.

En un mensaje a la nación después de una extensa reunión del comité de seguridad del Estado, Lasso reafirmó que las elecciones generales extraordinarias se mantendrán en la fecha prevista del 20 de agosto, aunque con una presencia militar extendida en todo el territorio como parte de las medidas del estado de excepción.
“Frente a la pérdida de un defensor de la democracia y un luchador incansable, las elecciones no serán pospuestas. Estas elecciones deben llevarse a cabo para fortalecer nuestra democracia. Esta es la mejor manera de honrar la memoria de Villavicencio y proteger la integridad de nuestras familias y el futuro de nuestra nación”, declaró el mandatario.
Medidas extraordinarias para enfrentar la crisis
Este estado de excepción se suma a otro previamente decretado a finales de julio en las provincias de Manabí y Los Ríos, así como en el municipio de Durán, en respuesta a la creciente crisis de seguridad derivada del aumento de la delincuencia y la violencia del crimen organizado. Además del despliegue militar para respaldar las operaciones policiales, la medida implica la suspensión temporal de ciertos derechos fundamentales, como la libertad de reunión y la inviolabilidad del domicilio. Estas medidas han sido recurrentes en la estrategia del presidente Lasso para enfrentar los picos de criminalidad.
El presidente, quien también declaró tres días de luto nacional en honor a Villavicencio, calificó el ataque como un «crimen político con tintes terroristas».
“Estoy indignado y conmocionado por el asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio. Envío mis condolencias y solidaridad a su esposa e hijas. Les aseguro que este crimen no quedará impune”, manifestó Lasso en sus redes sociales al conocer la noticia.
Contexto de violencia y detenciones
El asesinato de Villavicencio ocurre en un momento en que el país ya enfrenta una escalada de violencia por parte de bandas criminales que recientemente también cobraron la vida del alcalde de Manta, Agustín Intriago, y de un candidato a la asamblea por la provincia de Esmeraldas.
En relación con el asesinato, las autoridades han anunciado la detención de seis individuos bajo sospecha de estar vinculados al crimen. Estas detenciones tuvieron lugar durante una serie de allanamientos realizados en los barrios Conocoto y San Bartolo, en la capital ecuatoriana, como parte de las investigaciones.
Paralelamente, el Ministerio Público informó que otro sospechoso del crimen murió en un enfrentamiento armado con las fuerzas de seguridad antes de ser arrestado.
Las primeras informaciones indican que el ataque fue perpetrado por sicarios, quienes además hirieron a nueve personas, incluida una candidata a asambleísta y dos agentes de policía.
Legado y lucha de Villavicencio
Fernando Villavicencio, de 59 años, era uno de los ocho candidatos inscritos para suceder al actual presidente, Guillermo Lasso, en las elecciones generales extraordinarias convocadas para el 20 de agosto. Villavicencio, reconocido periodista y exasambleísta, se destacó por sus revelaciones sobre casos de corrupción, lo que lo convirtió en un crítico feroz del expresidente Rafael Correa. Su plataforma electoral promovía la lucha contra la corrupción y las mafias que operan en Ecuador, convirtiéndose en un tema central de su campaña.
En respuesta al trágico suceso, varios de los candidatos a la presidencia, incluyendo a Yaku Pérez, Jan Topic y Otto Sonnenholzner, anunciaron la suspensión temporal de sus campañas como muestra de solidaridad con la familia de Villavicencio y en un llamado a la unidad para abordar la crisis de seguridad y violencia que afecta al país.
Luisa González, candidata de la Revolución Ciudadana, el partido liderado por el expresidente Rafael Correa, expresó su indignación y tristeza por el atentado, y extendió sus condolencias a la familia de Villavicencio, afirmando su compromiso en que este acto no quede impune.
Ecuador enfrenta una de las peores crisis de seguridad en su historia, con una tasa de homicidios de 25,32 por cada 100.000 habitantes, la más alta registrada hasta ahora. En este contexto, el país se encuentra bajo el estado de excepción, con el objetivo de restaurar la paz y la estabilidad en medio de la conmoción causada por el asesinato del candidato Villavicencio.