En el marco del Foro Estratégico de Bled en Eslovenia, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, ha emitido un mensaje claro: la UE debe establecer su mirada en el horizonte del año 2030 para su proceso de ampliación si desea mantener su credibilidad.

Michel, dirigiéndose a un público conformado por líderes de Albania, Bosnia y Herzegovina, Moldavia, Montenegro y Macedonia del Norte, naciones oficialmente candidatas a la adhesión a la UE, defendió la necesidad de una preparación conjunta para la expansión.
Este compromiso con la ampliación, aunque ambicioso, es considerado necesario para demostrar la determinación de la UE. En un contexto marcado por el impacto geopolítico de la crisis en Ucrania debido a la guerra con Rusia, la UE se ve compelida a revitalizar su política de ampliación inactiva. En este proceso, los países de Europa Oriental y los Balcanes Occidentales miran hacia Bruselas en busca de una integración más profunda con Occidente.
Desde el inicio de la invasión rusa a Ucrania en febrero de 2022, tres países: Ucrania, Moldavia y Bosnia y Herzegovina, han logrado obtener el estatus de candidatos. Simultáneamente, la UE ha intensificado su compromiso con otros cinco países en proceso de candidatura. El camino hacia la adhesión de Ucrania es especialmente destacado, considerándolo vital para asegurar una UE geopolíticamente sólida, aunque también políticamente desafiante.
Esta renovada aspiración de expansión plantea cuestionamientos en torno a la capacidad de la UE para integrar con éxito nuevos miembros. Además, se abre un diálogo crucial que será discutido en la reunión de los 27 Jefes de Estado de la UE en Granada, España, a principios de octubre. La posibilidad de ampliación podría requerir reformas significativas en el presupuesto de la UE, ya que la mayoría de los países candidatos poseen un PIB per cápita menor que Bulgaria, el miembro más empobrecido de la UE.
Charles Michel propone una «ventana de oportunidad» para alcanzar un acuerdo sobre este proceso de ampliación. El próximo presupuesto de la UE debería reflejar los objetivos compartidos, impulsando reformas y generando inversiones. Sin embargo, esta expansión también podría demandar modificaciones en los Tratados de la UE para garantizar la eficacia en la toma de decisiones. Este proceso involucraría un cambio de la unanimidad hacia la «mayoría cualificada» en cuestiones de voto en el Consejo Europeo.
Con la perspectiva de una UE ampliada, la diversidad aumentará, lo que requerirá ajustes en el marco institucional y procedimientos para mantener la eficiencia en la toma de decisiones. Michel reconoce que una UE más grande también podría aumentar la posibilidad de vetos en cuestiones que necesitan unanimidad, como asuntos de política exterior y seguridad.
La adhesión a la UE demanda el respaldo unánime de los 27 Estados miembros, lo que destaca la necesidad de garantizar el consenso político en el Consejo. Michel propone incorporar una cláusula de confianza en los tratados de adhesión para evitar conflictos pasados.
Este renovado enfoque hacia la ampliación busca eliminar obstáculos mediante la implementación de reformas económicas y judiciales en los países candidatos. Charles Michel hace hincapié en que la pertenencia a la UE implica responsabilidades y beneficios, y que la preparación es fundamental en este entorno competitivo.
En resumen, la UE establece su visión en el año 2030 para llevar a cabo una ampliación que garantice su cohesión geopolítica y su relevancia global. Este proceso plantea desafíos tanto en términos de reformas internas como en la integración de nuevos miembros, pero la determinación de la UE y su compromiso con la preparación conjunta reflejan la seriedad con la que abordan este proceso de expansión.