La Generalitat de Cataluña ha tomado medidas contra Rosa Peral, expolicía condenada por el asesinato del agente de la Guardia Urbana Pedro R., debido a lo que considera un "mal uso" del régimen de comunicaciones desde prisión.

Esta decisión se produce después de la aparición en Netflix de la serie «El cuerpo en llamas» y un documental titulado «Las cintas de Rosa Peral», así como de una entrevista programada en Catalunya Ràdio.
El expediente abierto por la Conselleria de Justicia, Derechos y Memoria de la Generalitat tiene como objetivo examinar el comportamiento de Peral en relación con las comunicaciones desde prisión. Según fuentes del departamento, el sistema penitenciario catalán se basa en la protección de la intimidad en las comunicaciones de los reclusos con sus familiares y amigos. Las entrevistas a medios de comunicación siguen un protocolo diferente, y las de formato audiovisual no están permitidas.
Las autoridades han enfatizado que esta acción no busca restringir la libertad de expresión ni la libertad de prensa, ni tampoco prohibir entrevistas. Sin embargo, consideran que Rosa Peral habría incurrido en una falta grave al conceder entrevistas desde prisión, ya que esto va en contra del protocolo establecido para las comunicaciones de los internos.
La sanción incluye restricciones en las llamadas de la presa, como parte de las medidas tomadas en respuesta a su conducta. A pesar de estas acciones, el departamento ha dejado claro que no intentará impedir la emisión de la entrevista previamente programada en Catalunya Ràdio, que ya ha sido grabada.
Esta decisión de la Generalitat se produce en un contexto en el que el caso de Rosa Peral ha vuelto a ser ampliamente discutido debido a la difusión de contenidos relacionados con el crimen en diferentes medios de comunicación.