En un esfuerzo por reducir la contaminación por microplásticos en un 30% antes de 2030, la Comisión Europea ha publicado un reglamento que limita el uso de microplásticos intencionadamente añadidos en productos comunes, como la purpurina y las microperlas presentes en productos cosméticos.

Cada año, alrededor de 8 millones de residuos plásticos invaden nuestros océanos, pero la mayoría de estos invasores son casi invisibles a simple vista. Los microplásticos, aquellos diminutos objetos que miden menos de 5 milímetros, representan una de las amenazas ambientales más significativas de nuestro tiempo. Sorprendentemente, estos minúsculos intrusos se encuentran en muchos de los artículos de uso diario que utilizamos.
Esta regulación de la UE tiene un impacto significativo en diversos productos que utilizamos a diario, incluyendo:
Purpurina y Productos Cosméticos: a partir del 1 de octubre, la purpurina y los productos cosméticos que contienen microesferas, pequeñas bolitas de plástico utilizadas como exfoliantes, estarán prohibidos. Otros cosméticos estarán sujetos a plazos de entre 4 y 12 años, dependiendo de su complejidad y disponibilidad de alternativas más sostenibles.
Superficies Deportivas Artificiales: el material de relleno granular utilizado en superficies deportivas artificiales, identificado como la principal fuente de liberación intencionada de microplásticos en el medio ambiente, también se verá afectado. Se implementará una moratoria de 8 años para permitir a los propietarios modificar las pistas deportivas existentes.
Detergentes y Productos de Limpieza: la nueva regulación también insta a la sustitución de detergentes y otros productos de limpieza por alternativas biodegradables siempre que sea posible.
Juguetes con Microplásticos: los juguetes que contengan microplásticos con un tamaño inferior a 5 mm también serán prohibidos.
Es importante destacar que algunos productos que contienen microplásticos no se verán afectados por esta restricción. Estos incluyen materiales de construcción que contienen microplásticos pero no los liberan en el medio ambiente, así como productos utilizados en instalaciones industriales. Además, productos ya regulados por otras leyes de la UE, como medicamentos, alimentos y piensos, podrán seguir vendiéndose, aunque los fabricantes deberán informar anualmente sobre las emisiones estimadas de microplásticos y proporcionar instrucciones sobre su uso y eliminación para prevenir la liberación de microplásticos.
La prohibición de microplásticos en la UE marca un paso significativo hacia la preservación de nuestros océanos y el medio ambiente en general.