La UE impulsa la economía social y aborda la salud mental en el trabajo

El Consejo de Empleo y Políticas Sociales de la Unión Europea (Epsco) ha dado un importante paso hacia el fortalecimiento de la economía social en toda Europa. Además, ha puesto el foco en la relación entre la salud mental y la precariedad laboral.

La UE impulsa la economía social y aborda la salud mental en el trabajo

Este lunes, se aprobó una Recomendación para el desarrollo de la economía social en la UE, junto con unas Conclusiones que abordan la salud mental en el ámbito laboral. Estos documentos cuentan con el respaldo de los veintisiete Estados miembros, incluyendo España, que ha sido uno de los países impulsores de estas iniciativas.

La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social en funciones, Yolanda Díaz, ha situado estos dos temas como prioridades durante la presidencia española de la UE en el segundo semestre de 2023. El objetivo principal es promover la economía social en Europa, donde más de 2,8 millones de empresas y entidades adoptan este modelo productivo, empleando a más de 13,6 millones de personas. Sin embargo, esta distribución no es uniforme entre los países miembros.

«Con esta Recomendación que hoy acordamos, la economía social da un importante paso para convertirse en un nuevo pilar de la Europa social», afirmó la vicepresidenta Díaz durante la reunión. Destacó la importancia de estas empresas en términos democráticos y su contribución a la creación de empleo de calidad, el estímulo de la economía local y la mejora de la cohesión social y territorial.

La Recomendación insta a los países miembros de la UE a promover diversas formas de economía social, como cooperativas, mutualidades, centros especiales de empleo, sociedades laborales o fundaciones. Estas empresas priorizan a las personas y el propósito social sobre el lucro, reinvierten sus ganancias en fines sociales o ambientales, y tienen un impacto positivo en la sociedad y la cohesión territorial.

Este documento marca un hito al ser la primera norma de la UE centrada específicamente en la economía social, que es una de las tres prioridades de la presidencia española del Consejo de la UE, junto con el diálogo social y el trabajo decente. Se propone diseñar políticas laborales y de empleo que respalden a estas empresas, mejorar su financiación pública y privada, y reconocer su papel en la inclusión social.

Por otra parte, el Epsco también abordó la relación entre la salud mental y el trabajo, destacando la importancia de combatir la precariedad laboral. En 2022, el 27% de los trabajadores en la Unión Europea experimentaron estrés, depresión y ansiedad relacionados con su trabajo. Por ello, las Conclusiones instan a los países miembros a promover empleos de calidad que combatan la precariedad laboral, respaldar la investigación preventiva sobre salud mental en el trabajo y establecer sistemas de vigilancia de la salud mental en las empresas.

La vicepresidenta Díaz subrayó la importancia de garantizar que la salud mental sea un derecho de todos los trabajadores en Europa y no un privilegio de unos pocos.

Además de estas medidas, se discutió el impacto de las nuevas tecnologías en los trabajadores y la necesidad de una transición digital con derechos. También se planteó la posibilidad de reducir la jornada laboral como parte de un debate más amplio sobre el trabajo decente, la igualdad de género y la productividad empresarial.

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